Centralización del poder en un grupo reducido de familias poderosas.
Inestabilidad política y conflictos internos.
Dominio político y económico en beneficio propio.
Control represivo sobre la sociedad y la oposición política.
Eliminar opositores políticos y silenciar la disidencia.
Inestabilidad política y debilidad institucional.
Control absoluto sobre los medios de comunicación y la sociedad.
Desigualdad y concentración del poder en manos de unas pocas familias.
Descontento social y crisis económicas recurrentes.
Violaciones masivas de derechos humanos y represión política.
Desigualdad social y concentración de poder en unas pocas manos.